Los conventillos fueron característicos de nuestra ciudad en las primeras décadas del siglo XX. Funcionaron en la época en que miles de inmigrantes llegaban a la Argentina, que recibía con las puertas abiertas a quien quisiera trabajar. El progreso dependía sólo de su esfuerzo. (Esto es tan cierto, como que es la historia real de mis abuelos, llegados de España e Italia, sin absolutamente nada más que su voluntad de buscar un futuro mejor.)
En los conventillos se mezclaba gente de todos los idiomas y nacionalidades, principalmente españoles, italianos, judíos y árabes. Los cuartos o piezas se alquilaban por familias u hombres solos. Los baños y el comedor eran compartidos por todos los inquilinos. Estaban estructurados alrededor de uno o varios patios centrales, en los que se reunían para tomar mate, bailar una milonga, lavar la ropa. Estos patios fueron inspiración para obras de teatro que reflejaron la cultura popular: los sainetes.
SACADO DEL BLOG: gracielabello-naif.blogspot.com/
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